Cuando somos niñ@s nos alegramos de cumplir años, queremos ser mayores y de pronto casi no te das cuenta has recorrido parte de tu vida. Miras atrás y sientes el tiempo que a pasado, que quieres un poquito mas de tiempo para seguir mirando hacia delante.
¿Quien nos entiende? 😉
Los años me han brindado seguridad, me llevo bien con mi cuerpo, me llevo bien con mis emociones, con mis pensamientos. Tengo más serenidad que hace quince años… y ni que decir de cuando tenía veinte primaveras!.
Mis hij@s están en plena adolescencia y me necesitan segura, ellos son mi presente y me tienen atada a su futuro, no voy ahora a flaquear por cumplir años, valiente tontería!!!
He tenido una semana de reflexión y he llegado a la conclusión que también me alegro de cumplirlos.
Seré lo mayor que quiera ser, me sentiré como quiera sentirme y viviré las cosas de la manera que yo las quiera vivir.
Este sentimiento es un privilegio que los años me brindan, una vez superada la etapa de los…… jejeje!! no lo diré.
Estoy preparada.
Mi realidad está construida de hechos, imaginación y de ilusión. Muchos sueños pasaron por mi mente, unos han sucedido, otros tal vez lleguen a suceder alguna vez.
¿Hay alguna diferencia?
Si la vida es sueño y los sueños realidad, tengo derecho a situarme donde yo quiera estar en los treinta y tantos o…, este hecho no va ha cambiar mi vida.
Decidí que cada día es un misterio a resolver, que lo importante no es subir a la cima, sino no dejar de subir, que de nada sirve la luz si no iluminas el camino de los demás y que ya no duermo para descansar si no para soñar.