De toda la vida sabemos que la música promueve el sueño o calma el llanto del bebé.
La Asociación Internacional de Musicoterapia la define de la siguiente forma:
“Musicoterapia es la utilización de la música y/o de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) por un Musicoterapeuta cualificado, con un paciente o grupo, en un proceso destinado a facilitar y promover comunicación, aprendizaje, movilización, expresión, organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, a fin de asistir a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas.
La Musicoterapia busca descubrir potenciales y/o restituir funciones del individuo para que el / ella alcance una mejor organización intra y/o interpersonal y consecuentemente, una mejor calidad de vida. A través de la prevención y rehabilitación en un tratamiento.”
La enfermedad de cáncer puede provocar dolor y malestar físico. Asimismo, muchos de los tratamientos que se aplican suelen ser dolorosos y estresantes y pueden provocar dolor, náuseas y fatiga, así como disminuir el sistema inmunitario.
Los efectos en el área física de la musicoterapia como terapia coadyuvante llevados a cabo con enfermos oncológicos adultos ayudan a disminuir la percepción del dolor, la tensión y la fatiga, promover estados de bienestar y de relajación pueden ayudar a una mejor tolerancia y afrontar los tratamientos mejor, disminuyendo así las náuseas y aportando un poco más de bienestar. Los efectos positivos que genera así como la capacidad para acelerar los procesos curativos hace que cada vez más profesionales de la salud la elijan para sus tratamientos. En sectores como la psicología o psiquiatría, pediatría y oncología, la música ya forma parte de los tratamientos para el bienestar de los pacientes.
Los profesionales médicos aseguran que la música en sí no cura, pero genera en los seres humanos una sensación única a través de la cual pueden sanar sus heridas ¡y no tiene efectos secundarios.
Para cualquier duda consulta con tu medico especialista.