¡Vive el equilibrio!
Tu piel es para toda la vida, por eso cuidarla y protegerla es fundamental desde los primeros años de juventud. Tu piel no necesita los mismos cuidados a los 20, 30 o a los 40 años. Dependiendo de la edad que tengas sus cuidados son distintos: encuentra el equilibrio entre tu edad y tus productos de tratamiento.
El paso de los años es inevitable, pero de ti depende mantenerla joven por más tiempo. Cuanto antes empieces a cuidarla más tarde se notarán los efectos del envejecimiento.
Aplícate un protector solar con o sin color. Lo recomiendo siempre y a cualquier edad, ya que es un seguro contra manchas, flacidez, arrugas y el envejecimiento prematuro. Además, te mantendrá la piel uniforme y ópticamente fresca y luminosa.
Mantén tu rutina de belleza independientemete de la edad que tengas: limpia, exfolia, tonifica e hidrata.
Los cosméticos para pieles jóvenes están formulados para tener el rostro hidratado, proteger la piel de las agresiones medio ambientales y prevenir el envejecimiento prematuro.
A partir de los 30 años aproximadamente debes empezar a cuidar tu piel y reforzar sus cuidados. Empieza a utilizar cosméticos antiedad, mascarillas hidratantes, antioxidantes, humectantes… para que la piel no pierda luminosidad y mantenga su juventud y frescura por más tiempo. No es el momento de utilizar ningún tratamiento drástico, sólo para ir corrigiendo o disminuyendo las primeras arrugas que puedan aparecer.
El paso del tiempo a los 40 años ya es visible: la piel se reseca, aparecen las bolsas, ojeras, pérdida de firmeza, etc. Que todos estos síntomas aparezcan más o menos rápido y su intensidad depende de los cuidados que le dediques a tu piel. Durante el día necesitaremos productos con propiedades reafirmantes y revitalizantes que ayuden a atenuar las líneas de expresión. Durante la noche usaremos cuidados específicos que nutran en profundidad. El contorno de ojos es imprescindible, utiliza uno con propiedades drenantes, así te levantarás con la mirada descongestionada e iluminada.
A partir de los 50 años aproximadamente, todo lo que no has trabajado anteriormente se verá reflejado en tu piel. Las principales funciones de tu piel se ralentizan, y eso, junto con los transtornos de la menopausia, hace que la piel pierda firmeza, flexibilidad, textura… La piel del rostro se desdibuja. Mima, cuida, hidrata, nutre y exfolia tu piel.
Detecta cuáles son las zonas que necesitan cuidados especiales y complementarios para atenuar las arrugas y la flacidez pero, sobre todo, para mejorar la calidad de tu piel.
La constancia será la única forma de mantener tu piel joven y bella por más tiempo. Aprende a escucharla: ella te dirá sus necesidades y si sufre alguna alteración.
Y recuerda, el cuidado de nuestra piel empieza en el interior, con nuestra alimentación. Prueba Vivesoy Pielvital, la única bebida con Avena que te ayudará a cuidar tu piel.
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