¡Vive el equilibrio!
Playa, piscina y mucho sol para comenzar a disfrutar de la época estival. El sol es maravilloso para nuestro estado de ánimo, nos aporta energía y vitamina D. Pero una sobreexposición puede resultar perjudicial para nuestra piel y sin los cuidados necesarios, un envejecimiento prematuro.
¿Pero cómo protegemos nuestra piel en verano?
Primero debemos exfoliar toda la piel, al menos dos veces por semana, para eliminar las células muertas del cuerpo y rostro así obtendremos una piel con un tono uniforme y luminoso. Es fundamental proteger tu piel. Utiliza un protector solar con un factor de protección acorde a tu tipo de piel. Para conservar su elasticidad y su aspecto sedoso y brillante es muy importante mantenerla en estado óptimo de hidratación: aceites, cremas, geles… Escoge la que mejor se adapte a tu piel.
La calidad de nuestra piel no solo depende de los cuidados externos. La alimentación y el estilo de vida también juegan un papel importante, es fundamental encontrar el equilibrio entre ambas.
Moderar el consumo de carnes y reforzar el consumo de verduras, frutas y alimentos en vitaminas A, C y E. La última, especialmente, ya que posee una acción antioxidante y ayuda a neutralizar los radicales libres. Podemos encontrarla en aceites vegetales, germen de trigo, cereales integrales y algunos vegetales de hoja verde. Todo ello nos ayudará a mantenerla en perfecto estado y que luzca tersa y radiante.
La cosmética no puede hacer todo el trabajo. Debemos protegernos y empezar desde el interior. Encontrar el equilibrio entre los hábitos, la cosmética y la alimentación es fundamental para tener una piel cuidada, protegida y bonita. No olvides beber abundantes líquidos y recuerda que los primeros baños de sol deben ser progresivos: evita su exposición directa de 12.00 h a 16.00 h
¿Preparados para el verano?
Artículo para VIVESOY DE PASCUAL.