Tu imagen es parte de tu marca y saber elegir los colores adecuados es un valor fundamental para reforzar o potenciar tu marca personal.
El color está presente en nuestra vida cotidiana, impregnando nuestras experiencias diarias con sus vibraciones, sin que apenas seamos conscientes de ello.
La colorimetría aplicada a la imagen se clasifica en las estaciones del año para identificarlas. Primavera, Verano, Otoño, Invierno.
Esta teoría clasifica a las personas en cálidas y frías teniendo en cuenta el color de su piel, cabello, ojos…
Para saber a qué estación perteneces de una forma genérica sigue estos consejos.
El término frío o cálido aplicado a la paleta no se refiere a que la persona sea fría o cálida en sus emociones o su personalidad, sino a la temperatura de sus colores naturales.
Si tu tono de piel es amarillo o dorado, eres una persona cálida. Si tu tono de piel es rosa o rojizo serás una persona de tonalidad fría. Excepcionalmente puedes tener un tono neutro.
Mírate en un espejo, sin maquillaje, con la cara lavada y luz natural. Si tu piel tiende hacia el amarillo o el dorado, tendrás un tono cálido. Si por el contrario tiendes al rosa o rojizo, el tono de piel es frío.
Otra forma es observar las venas de las muñecas, si son verdosas tu tono será cálido, si son azuladas, tu tono de piel será fría.
Si eres una persona cálida los colores que más te favorecen son los rojos, naranjas y amarillos. Si eres una persona fría los colores que más te favorecerán serán los violetas, azules y verdes.
El sistema de la cuatro estaciones evolucionó a un sistema mucho más complejo y preciso, el de las doce estaciones, donde no solamente se tiene en cuenta las características físicas de la persona sino también la saturación, el valor y el tono de los colores.
El color es un arma poderosa que tenemos para usar a nuestro favor, y aprender a utilizarlo de acuerdo a tus objetivos de comunicación es fundamental.
Otro día hablaremos del significado de los colores y lo que transmiten cada uno de ellos.