La imagen se trabaja desde el interior, ahí encuentra su cimiento más fuerte e importante, de no ser así, la imagen que proyectamos se convierte en algo falso y vulnerable a ser decubierto como tal.
Existen dos reglas en imagen, que afirman: Es inevitable proyectar una imagen y no puedes proyectar nada que no creas primero tú mismo.
Si deseas proyectar seguridad y confianza, primero deberás sentirte seguro con la persona que eres y tener confianza en ti mismo lograrás solo así lograras que los demás se den cuenta que pueden confiar en ti. Si tu felicidad depende en lo que los demás piensen u opinen de ti, nunca podrás ser feliz realmente porque siempre te cobijarás ante los comentarios de otras personas.
Así que, a continuación, te doy unos simples pero valiosos consejos para que desde hoy comiences a trabajar en tu imagen desde el interior.
Identifica tus 5 mejores cualidades que tú mismo reconoces en ti.
Identifica las partes de tu cuerpo que más te agradan (tus ojos, tus piernas, tu cara, tu boca, tus manos, tu cabello, etc.). Muchas veces somos nosotros quienes vemos defectos en nosotros y olvidamos reconocer todo los atributos físicos que tenemos. Todos tenemos razones por las cuales sentirnos orgullosos.
Frente al espejo date cuenta que no hay nadie como tú en este mundo y comienza a aceptar tu cuerpo, es el único que tienes y te acompañará toda tu vida. Tú decides, o lo valoras y lo cuidas, o lo rechazas y vives deseando ser otra persona toda tu vida.
Trabaja en una actitud ganadora todos los días. La actitud interior ante la vida se ve reflejada todos los días en el exterior.
Una vez que hayas identificado todo lo anterior, pregúntate: «¿Qué pienso de mi mismo?, ¿Qué imagen tengo de mi?»
La que tenemos, la que proyectamos y la que creemos tener.