Normalmente cuando nos referimos a las repercusiones físicas de los tratamientos oncológicos, siempre pensamos en el cansancio, debilidad, náuseas, etc. Pero estos tratamientos pueden producir también otros efectos secundarios, que pueden afectar a la piel, el cabello y al aspecto físico en general, y si bien no son síntomas clínicamente importantes, sí lo son para el bienestar del paciente.
Desde mi preparación y mi experiencia personal dedicare esta sección para dar información sobre algunos de los cambios estéticos que pueden ocurrir a lo largo de los tratamientos y algunos consejos para tu bienestar.
Hoy lo dedicare a los cuidados básicos de la piel en tratamientos oncológicos.
Es posible que debido a los tratamientos oncológicos, tu piel sufra algunos cambios como: sequedad, manchas, hiperpigmentación, descamación… Aunque los efectos secundarios van en función del tipo de tratamiento y su duración. Es importante utilizar productos que no contengan, parabenos, alcohol, perfumes, desodorantes…para reducir al mínimo la sequedad y evitar irritaciones. No utilices cosméticos que contengan ácidos glicólicos, retinol y similares, estos producen un efecto de exfoliación en la piel que podría irritarla. Recuerda siempre que estas alteraciones, en su mayoría, son transitorias y pueden mejorar teniendo en cuenta algunos cuidados.
Para tener una piel saludable es fundamental una correcta limpieza, hidratación y protección:
- Para la limpieza, te aconsejo utilizar diariamente agua templada y jabones suaves,con ph neutro.
- Para conseguir una adecuada hidratación, puedes utilizar cremas hidratantes o aceites corporales, siempre cosméticos naturales…
- Protege tu piel con filtros solares altos. No debes exponerte al sol. Aunque no nos expongamos directamente, debemos tener la piel debidamente protegida. En invierno debes aplicar cremas factor solar SPF 50 sobre las zonas expuestas para evitar la aparición de manchas, ya que los tratamiento favorecen su aparición. Si decides utilizar una crema despigmentantes para reducir las mismas, no debes usarlas sin consultar antes a tu médico.
Durante los tratamientos oncológicos es necesario evitar cualquier riesgo de irritación, la piel esta más frágil y es aconsejable tomar precauciones.
Ten especial cuidado al rascarte o frotarte la piel con las manos, cepillo o esponja. Al secarte la piel no la frotes demasiado, debes secarla con pequeños golpes, además esto ayudara a mantener la hidratación en la piel. Depilarse con maquinilla eléctrica disminuye el riesgo de irritación y cortes pero siempre con la máxima precaución. Conviene también evitar los depiladores químicos como las cremas depilatorias.
No es conveniente hacerse limpiezas de cutis. No obstante, si quieres someterte a algún tratamiento facial específico, consulta con tu médico. Está totalmente desaconsejado cualquier tipo de producto exfoliante tanto facial como corporal. Trata de evitar collares, cadenas, aros, corbatas, elásticos o gomas de la ropa interior, es decir, aquellas prendas o materiales que puedan irritar la piel por el roce.
Los tratamientos oncológicos pueden provocar alteraciones dermatológicas que llegan a afectar en distinto grado el aspecto físico de una persona. Alteraciones, que se pueden medir en cambios estéticos, pero que también inciden en la dimensión emocional, en el estado de ánimo y en la autoestima del paciente.
Porque salud, bienestar y belleza pueden y deben ir unidas.
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