Las manos hablan de tu trabajo, edad, carácter, etc. Para transmitir con ellas una buena imagen y evitar el envejecimiento prematuro, su higiene, hidratación y mimos son esenciales.
«Más vale prevenir que curar». Si usas disolventes o cualquier otro tipo de producto agresivo, ya sea para las tareas domésticas o determinados trabajos, debes proteger tus manos con guantes de látex o goma, así evitarás su contacto directo y posibles quemaduras.
Cada vez que laves tus manos debes utilizar jabones suaves que respeten el PH de tu piel. Lávate las manos con agua templada, ya que el agua muy caliente tiende a destruir las células de los tejidos subcutáneos, consiguiendo agrietar la piel.
Una vez por semana realiza una exfoliación suave, un remedio natural y efectivo es frotarlas con azúcar y limón, con ello también suavizarás las manchas si ya las tienes; y recuerda un protector solar es imprescindible para prevenirlas.
Hidrata tus manos con productos específicos para su cuidado a diario.
Mímalas, prueba a hacerles unos masajes que ayuden a relajarlas. Disfrutarás de su resultado en todo momento, tendrás mejor tacto y sensibilidad, aspecto y elasticidad.
En casos más severos de deshidratación, cubrir con unos guantes de algodón después de aplicar la crema y mantenerlos durante toda la noche, notarás mucha mejora a la mañana siguiente.
Unas manos con movimientos ágiles transmitirán seguridad, por eso te recomiendo un entrenamiento muy fácil practicando a girar unas bolas terapéuticas de goma. Tus manos día a día exhiben su fuerza, sensibilidad y destreza según necesitemos.
Recuerda que nuestras manos cumplen una función muy importante en nuestra imagen personas, son un reflejo de nuestra personalidad, lo que reflejen depende de ti.
Artículo para VIVESOY DE PASCUAL.